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28 abril 2020

FIESTAS DE LAS FLORALIA.

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28 de abril. A.d. IV Kal. Mai. Lunae dies


Es el día de la consagración de la diosa Flora (cuya procedencia en Grecia sería Cloris), una antigua divinidad itálica, que lo es de los frutales y el vino, además de las flores. Fiestas de carácter popular, famosas por su licenciosidad y celebradas de manera especial por las prostitutas. Los juegos en honor a Flora o “Ludi Florae” duraban hasta el 3 de mayo, siendo una celebración preeminentemente plebeya y, en un principio, rural. La gente vestía ropas multicolores (Ovidio, Fasti, V.355), con las que imitaban la policromía de las flores del campo. Según el escritor satírico Juvenal (“Sat.”, VI. 249)​ las prostitutas bailaban desnudas y luchaban en simulacro de combates como gladiadoras (Scullard, “Festivals and Ceremonies of the Roman Republic”, p. 110). ​ Muchas de las prostitutas en la Antigua Roma eran esclavas, e incluso las mujeres libres que trabajaban como prostitutas perdían su personalidad jurídica y social como ciudadanas, pero su inclusión en determinadas fiestas religiosas indica que las trabajadoras sexuales no estaban completamente al margen de la sociedad.



Este día 28 del 173 a.C. se erige el primer templo dedicado a Flora, teniendo un sacerdote propio, el Flamen Floralis. Aunque parece ser que se atribuía al rey sabino Tito Tacio el haber establecido un altar en Roma durante el período regio. Flusalis (lingüísticamente equivalentes a Floralia) era un mes del calendario sabino y Varrón consideraba a Flora como una diosa sabina. También se erigió otro templo a Flora Rustica en la colina del Quirinal.



Fue en el 12 a. C. cuando Augusto consagró el “signum et ara Vestae” en el Palatino; era un altar construido por el emperador a Vesta cuando era “Pontifex Maximus” para albergar el “Palladium”, que Eneas había traído consigo desde Troya. A partir de allí se celebraban las fiestas en honor de Vesta, especialmente celebradas por los panaderos y los molineros. Se hacía participar en ellas a los asnos y las piedras de molino, adornando todo con guirnaldas de flores y dejándoles descansar ese día.

En este día las prostitutas ofrecían rosas a la Diosa y bebían menta, ya que posee cualidades afrodisíacas. Las fiestas fueron instituidas como interpretación a una sentencia de los Libros Sibilinos en el año 238 a. C., (“ut omnia bene deflorescerent” Val. Pat., I .14; Varro, De Re Rust., I .1) cayendo la costumbre de realizarlas hasta el 173 a. C, año en el que se reinstauraron de forma anual, recogido por varios autores como un año de excesos y elevada lascivia (Marcial, I. 3; Senec. Epist. 96). Siendo el día 29 el segundo día de la Floralia, en el cual se celebraban los “Florifertum”, primeros juegos de esta celebración. En este día también se daban habas, altramuces o judías, como símbolos de fertilidad o fecundidad. Por el día o por la noche, se celebraban actuaciones teatrales en donde las féminas eran las protagonistas, apareciendo generalmente desnudas para deleite del público (de ambos sexos) algo criticado por Lactancio (“Institut.” I. 20). 


Primera imagen: Flora - Conrad Kiesel.
Segunda imagen: Floralia, Hobbe Smith, 1898.
Tercera imagen: Fragmento de los Fasti Praenestini con anotaciones de los Ludi Florae.