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31 marzo 2021

DÍA DE LA LUNA.

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El "Templum Lunae in Aventino" se celebró el 31 de marzo en honor a la Diosa de la Luna, un culto introducido en la época del rey Tito Tacio (Tácito, Annales, XV. 41.1). Su templo, "aedes Lunae" se situó en el monte Aventino, el extremo norte de la colina, justo encima de la Porta Trigemina cerca del templo de Ceres y Diana, y ahí duró hasta el incendio del 64 d.C. bajo el gobierno de Nerón.

En 123 a. C., en el templo de Luna Cayo Sempronio Graco y sus seguidores intentaron en vano encontrar su muerte en el templo mismo, mientras que en el momento de la muerte de Cinna (84 a. C.) el Aedes Lunae fue alcanzado por un rayo, lo que se consideró un "prodigium".

La Diosa también era una hechicera, y en su calidad nocturna estaba conectada con el inframundo, con diferentes atributos que luego pasaron a la Diosa Diana. Por lo tanto, ella era Diosa de los muertos y de la muerte, pero también del contacto con los muertos, especialmente para la adivinación y los augurios. Incluso el toro siempre le fue sagrado por el simbolismo de sus cuernos, aunque la imagen de la Luna está presente, junto con el Sol, también en muchas representaciones de la tauroctonía, la matanza ritual del toro blanco presente en los mitreos.

Durante la fiesta de culto público, se organizaba una procesión diurna (pompa) y una procesión nocturna con antorchas en el bosque donde también se colgaban columpios de luna en los que se dice que las sacerdotisas se arrullaban para obtener un estado de trance a través del cual predecir el futuro.

En el culto diurno a la Diosa se le sacrificaba un buey adornado con cintas y ramitas de ciprés, árbol dedicado a ella, y en las villas romanas a veces organizaban banquetes nocturnos a base de caza. Con el tiempo el rito de la procesión nocturna desapareció, quizás también por los posibles disturbios que siguieron.

Como curiosidad, nuestro LUNES procede de Luna, del día de la Luna, nombre dado a partir del s. III d.C., que es cuando se le pone nombre a los días de la semana.