FIESTAS DE LAS CEREALIA.
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Esperamos que hayáis pasado unas buenas fiestas Megalenses (Semana Santa actual). Hoy día 12, hasta el 19 de abril, daban comienzo una fiesta que es la Pascua de Resurrección, que coincide precisamente con el primer día de las fiestas de las Cerealia (“Ludi Cereris”) que, “casualmente”, concuerda con la llegada de Proserpina junto a su madre Ceres (Deméter griega) desde el Inframundo. Momento por el cual empiezan a florecer las plantas, de crecimiento o cosecha de los cereales y llegada de toda vida sobre la tierra. Según la mitología y las costumbres religiosas, Ceres era la divinidad de la agricultura, madre de Proserpina, ésta fue raptada por Plutón (Hades griego), hermano de Júpiter (Zeus griego). Ceres pidió a Júpiter que le devolvieran a su hija, consiguiendo que Proserpina pasara 6 meses con Plutón y 6 meses con su madre. Por ello, hoy en Roma se celebraba las Cerealia, justo el momento de la resurrección de la vida, nacimiento de la misma, puesto que a Ceres le volvía la felicidad y por ello florecían plantas y árboles, mientras que, en octubre, Proserpina volvía junto con su marido Plutón, y a Ceres le llegaba su tristeza, de ahí que los árboles se les caigan las hojas, y sea símbolo de muerte vegetal. Así pues, ya sabéis de donde viene el día que estamos hoy.
Sabemos de su forma de dar culto a Ceres (de presencia totalmente femenina, cuyo rito era en lengua griega y no en latín, como nos dice Cicerón, “Pro Balbo, 55), gracias a Ovidio, Fasti, IV. 392; Catón, “Agr.”, 134, 1) “Durante las Cerialia engalanaos con vestidos blancos". En este día se loaba mediante sacrificios incruentos, mayoritariamente, ofreciéndose en el templo de Ceres panes, trigos, productos agrícolas en general, además del sacrificio por parte de su sacerdotisa principal, la “Flaminica Cerealis” de una cerda, denominada “porca praecidanea”, símbolo inequívoco de la fertilidad de los campos y los animales en general. Por ello, la cerda solía estar preñada. Tras el sacrificio se realizaban libaciones de miel y leche. Se quemaban granos de incienso. Además, era habitual que los plebeyos invitasen a comer a los patricios, correspondencia a aquellos que los invitaron en las fiestas de la Magna Mater o Cibeles.
Durante las carreras de carros del día 19 se realizaba un curioso y arcaico ritual. Se ataban tres teas ardientes en el lomo de varias zorras, la cuales corrían asustadas por el circo. La finalidad era que las zorras sufrieran y expiaran los males. Obviamente, los animales morían a causa de las quemaduras. Según Ovidio, el origen de este rito se remonta a un desastre ocurrido en la localidad de Carseoli. La hija de un campesino atrapó a una zorra que había causado estragos entre las gallinas de su corral. En venganza, prendió fuego al animal, con la mala suerte de que este escapó hacia los campos vecinos, quemándolos.
Por cierto, mañana 13 de abril se celebraba el día de Día dedicado a Júpiter Víctor, lo que en el calendario actual posiblemente sería en honor a Alegría.
La estatua que os ponemos corresponde a la emperatriz Livia que fue, en algún momento, vinculada con Ceres, debido a esa imagen de fecundidad que debía mostrar la emperatriz.
